5 dic 2008

Quino: una Susanita de carne y huesos

Impaciente, intolerante y tremendamente sarcástico, Quino ofreció el día 30 de noviembre una conferencia en la cual fueron muchos los comentarios de parte de su público, en su mayoría jóvenes entre 15 y 25 años.
Hubo varias preguntas irrelevantes, otros tomaron la palabra para adular al autor (que permaneció impávido e incluso varias veces pretendió no haber entendido el comentario), y algunos plantearon preguntas extrañas como: --¿Qué habría sido Mafalda si hubiera llegado a grande? A lo que el autor, un poco con desdén, respondió: --Ché, Mafalda no podría llegar a grande, es tan sólo una caricatura. Y el público se rió, pero claro que en el ambiente quedaron las moscas de porqué un autor llega mostrando desgano y hasta impaciencia a una conferencia. O en todo caso, para qué llega si no le gusta participar en ellas.
Frases como “mira que yo firmo igual que como viene en la portada de los libros, no entiendo qué necesidad hay, un autógrafo no sirve para nada” o “pero yo dibujo para todos, por darle a alguien un autógrafo no significa que lo quiera más”, fueron reportadas por los medios. Algunos lo tomaron con buen humor, aduciendo que no obstante, el autor había firmado varios libros. Pero yo, que estuve ahí, puedo explicarles lo incómodo que fue ver la inmensa fila de personas que con mucha ilusión habían comprado un libro de este autor en la Editorial Tusquets, para quedarse plantados cuando decidió no firmar más.
Y es que primero fue la conferencia, que se terminó de un solo y el autor se retiró sin más, rodeado de una comitiva que no permitió que nadie se acercara. Luego, personal de la editorial informó que a las 2 pm. Quino estaría firmando libros en el stand de Tusquets, al cual acudí con puntualidad, para llevarme la sorpresa de que para poder obtener un (de mala gana dado) autógrafo de Quino, habría que haber pedido un número, del cual sólo se dieron 250 y sin ninguna organización o aviso previo. Pero la editorial, claro, vendió libros a montón.
Para qué les cuento mi indignación, misma que manifesté a la organizadora del evento, a la que, luego de exigirle la devolución de mi dinero por un libro que no deseaba, pero que compré porque la editorial prometió sería autografiado por Quino, me respondió que no sería posible.
Yo incluso había prometido a Adriana, una niña de 14 años que había conocido durante la conferencia, que conseguiría un autógrafo para ella, pero no se pudo. Y fue esto último lo que más me dolió, porque yo, a decir verdad, nada esperaba de Quino, de quien yo estaba segura había muerto, pero ahí mismo me di cuenta que no era así.
Quino se retiró finalmente de la firma de autógrafos, y por más que la gente le pedió firmarles su libro, no accedió. Me queda entonces más que claro que los personajes del las caricaturas muchas veces se inspiran en la realidad, pero otras, en su autor mismo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah qué viejo más amargado. Y tan bien que me caía. YO

Unknown dijo...

Súper amargado vieras. Yo no sé para qué va si no le gusta. Y la cólera del libro comprado, con todo lo que tenía que traer chineado! te juro que me dio el infarto!

Gonza dijo...

Dalee, no sean así tampoco. Que poca comprension del otro, a mi ver todo ese aconglomeramiento de "noquieroofenderaningunaespecie", quiero un autografo, firmame aca, o ay quino que hubiese sido de mafalda? vamos che, no sean hinchas, disfruten(se) desde otro lugar...

Seguro no se me entendió nada, simplemente no lo jodan, no sean piguyeNSSSS

Unknown dijo...

Hay que haber estado en el lugar para entender, sin duda. Bye