4 feb 2008

Mi reino por una rasuradora


Denise me trajo de su viaje a Inglaterra –supongo, pues anduvo por todos lados— un libro simpatiquísimo: “You mean a woman can open it…?”, se llama. En la portada aparece una mujer, peinada a la moda de los 40´s, con expresión de admiración, frente a una botella de salsa de tomate con tapadera de rosca. "Ya no necesitará de un cuchillo de hoja, de un abridor de latas y ni siquiera de su esposo para abrirla". El mensaje es claro: somos todas unas debiluchas.
Se trata de 32 postales, cada una de las cuales ilustra el lugar de la mujer en “la era clásica de la publicidad”. Es decir, cómo la publicidad nos ha reflejado en nuestras costumbres, relaciones sociales, matrimoniales, roles, etc. durante el siglo pasado. Y aunque ahora sea motivo de risa, me estremece --como pocas cosas-- pensar que toda una cultura se confabuló para conformarnos como seres humanos de segunda categoría (y eso que aún no soy feminista).
Cierto es que estas postcards buscaron mostrar los extremos. Pero bien se puede encontrar esta clase de publicidad, sin mucho esfuerzo, en revistas de incluso los años 80 y principios de los 90. Pienso que hubo una especie de moderación y un repensar a la mujer a mediados de la década pasada —o quizás me engañe y mis hijas se reirán de mí—, y ahora se cuida más la imagen que se da de la mujer. Sobre todo tomando en cuenta que muchas de las jefaturas editoriales están a cargo de mujeres (me viene a la mente películas como The Devil wears Prada).
La foto que aquí les pongo me pareció tremendamente ejemplificativa del sufrimiento que muchas de las mujeres tuvieron que soportar en silencio. Calladas ante su desesperación, porque haberse revelado contra ello las habría hecho parecer malas mujeres, esposas desnaturalizadas, madres incompetentes y sobre todo: locas, debieron conformarse con un rol que no escogieron y sobre el cual nada podían opinar. Y hablo de sufrimiento en el sentido literal de la palabra y no connotativo.
Bajo la fotografía que he posteado aparece una reveladora declaración de la tristeza de las mujeres de esa época y la indiferencia con que el mundo entero (hombres y mujeres incluidos) lo veían. El texto dice: “Échele un ojos a su esposa. A veces la apariencia es decisiva. Por eso le sugerimos que le eche un ojo a su esposa. Posiblemente ella no está siendo tan feliz como parece. Algunas veces cuando ella está distraída usted quizás podría sorprenderse al notar una mirada de descontento en su rostro. Después de todo, la mayoría de las esposas son leales y orgullosas, y evitan expresarse. Esto debería estar a millas de distancia de ocurrir —pero existe la posibilidad de que ella esté molesta porque usted no está siendo tan cuidadoso como antes para rasurarse—. Por supuesto que esta sugerencia es egoísta por parte nuestra, pero podría resultar una insinuación muy importante. Nosotros lo impulsamos a que sea muy cuidadoso en el tipo de navaja que escoge y en la forma en que la usa. Hoy día Gillette le ofrece una hoja para rasurarse muy superior. Hará que, aunque usted se rasure a menudo, hacerlo sea confortable y razonablemente agradable. Pruebe nuestra garantía. Compre un paquete y use dos navajas. Si a usted no le parece que cada rasurada ha sido libre de lastimaduras e irritación —por muy delicada que sea su piel— devuelva el paquete a su distribuidor y reciba su dinero de regreso. Gillette. Razuradoras- Hojas de afeitar.”
Y aunque se trata de una fotografía publicitaria, ahora échenle un ojo a la modelo en la foto.
Sólo piensen que la publicidad se basa siempre en situaciones comunes para el consumidor, de tal forma que él mismo pueda reconocerse en ellas y asumir que el producto le será útil. No es difícil imaginar el descontento y la cantidad de miradas insinuantes que existían en los hogares de ese tiempo (aún ahora, claro está). Pero qué rico debe haber sido entonces que una empresa se tomara la molestia de decirle a los hombres: tranquilo, no es que usted haga infeliz a su esposa, o que ella se sienta frustrada, es tan sólo que usted ser rasura mal. ¡Imagínense! Quiere decir que, ahora con esto de la depilación con láser, sería posible incluso lograr la paz mundial.

8 comentarios:

Denise Phé-Funchal dijo...

Y sí, pero y no, en el sentido de que la publicidad con mujeres y dirigida a mujeres no ha cambiado en nada, en la primera sigue la onda objeto sexual, hay cada cosa! hasta mujeres con un pila de carro, sí, una pila de carro como cinturón, claro con la mujer en mega pititanga y en la segunda está la tendencia a la "bella idiota" como las publicidades de maquillaje, en la uqe sale una mujer en sus 40´s y el slogan "esta vez se acordó de nuestro aniversario" ... y en realidad fue en Amterdam que lo conseguí

Chicaborges dijo...

La publcidad ha cambiado un poco antes las mujeres de los anuncios salían entrapajadas ya ahora no. El mensaje es casi el mismo sólo que solapado. Sin ir muy lejos el de MD que tanto furor causó. Como mujeres recibimos miles de mensajes además estamos más aware! no de los significantes sino de los significados. Yo a veces simplemente me niego a comprar ciertos productos a ir a ciertor sitios donde me siento incomoda por lo que representan. Se me viene a la cabeza la escena en Mona Lisa donde Julia Roberts pasa slides de estos mismos anuncios y se pregunta cómo un antropólogo en el futuro verá a las mujeres de aquella época.
Por qué nos depilamos, con cera, gillete o laser, por nosotras o por alguien más. Asi miles de preguntas. Finalmente los anuncios nos permean supongo. Cualquiera que sea la elección que se tome el ama de casa perfecta, una playmate o lo que sea, la mujer estará en el blanco. Why? . Saludos chicas!

Unknown dijo...

Hola Denise y Lorena.
Creo que sí ha habido un cambio, como que ahora se ha hecho más sutil, más asolapada, pero cierto, la mujer sigue siendo un objeto sexual. Lo que pasa que también los hombres. Busquen en Youtube videos de Beckham por ej.

Pero en este caso que comento, hay toda una pseudo teoría sobre la tristeza de la mujer. Es como si uno tuviera hambre y todos los que te rodean pensaran que tenés frío y te abrigaran y te pusieran la calefacción. Para matarlos pues.

Me imagino la rabia que una mujer frustrada porque el marido no le daba su lugar como su compañera, porque la creía tonta, etc. leía este anuncio. Y las mujeres eran más tristes por esos años, no lo digo yo, sino los textos de sociología o ensayos de esa época.

Había mucha frustración, muchas vidas malgastadas, muchos hombres servidos... los hay aún, claro está, pero ya se los puede mandar al carajo. Antes hacerlo era ser antisocial, loca, histérica, etc. También está documentado en los libros sobre la locura.

En cuanto a lo de ir a ciertos lugares o no, yo detesto Hooters, al que nunca he ido por motivos de congruencia. Pero tengo claro el concepto. Me parece sumamente denigrante y es exponer a sus trabajadoras, en un país donde la violencia y las violaciones éstán a la orden el día.

En fin que sí, aún nos falta mucho por cambiar, pero el germen ya está. Nuestros hijos verán un mundo aunque sea un poquito distinto, y eso pues ya es ganancia.

blah dijo...

Pues te dire que en esa epoca te lograbas escapar con tus pelitos de mas...ahora te exigen piel de bebe..incluso en lugares donde es imposible.

Ash..la sexualidad y las depiladas...nombre no es normal...por alguna razon existen los vellos!!

Ekatl dijo...

...Si se vale hacer ruido... diremos que sí y que no, pues a inicios del siglo XX se vivieron los "années folles" con propuestas "hors serie" de Coco Chanel y sus mallas sport, en ese momento comenzó la reivindicación del voto femenino, luego llegaría la "Belle Epoque" y todo se fue al traste por el materialismo rampante y las guerras mundiales. Datan de esa época la historias fascinantes de Alla Nazinova, Tamara Lempicka, Collete, y la excepcional Gala que fue esposa de Paul Eduard y luego se casó con Salvador Dalí y fue ella quien lo llevo a la cima, es obvio que Dalí era genio pintor, pero fue ella quien le abría horizontes. Hay otras figuras que marcaron esas épocas y que de cuando en cuando resurgen: como ahora Simone de Beauvoir, y la reedición de las obras de Françoise Sagan que también pronto saldrá otro film. Son tantas la figuras femeninas que han marcado la historia, asumiendo un modo de vida en sí y con una mirada diferente por la dignidad y la realización, no solamente mujeres artistas. No fue una época del todo gris, al menos cuando uno mira el cuadro de Lempicka en su automóvil descapotable "Bugatti" advierte otra realidad, lo mismo en el autoretrato Saint Moritz de 1929. esa expresión en el Bugatti es la misma de la sagan en su descapotable Jaguar. Las rosas no llovían para todos, ciertamente, pero había una oferta como se mira en las series de fotos parisinas o en las terrazas de Locarno.
Vale, saludos desde el Paraíso.

Unknown dijo...

Hola Claudia. Vos no has visto nunca los Monólogos de la Vagina? Ahí hablan de eso... a lo cruento...

Enrique Soria dijo...

Siempre me satisface leer a las mujeres, imagino que tiene que ver con no sé qué. jajaja.

saludos y un gusto leerlas a todas.

Unknown dijo...

Jajaja, con las rasuradas pues!!! saludos, gracias por pasar por aquí. Nos avisan cuando nazca la baby.