29 oct 2008

America para quien?

Una noticia obvia, pero que aún sorprende, es el descubrimiento de un plan para asesinar a Barack Obama.
Es obvia si consideramos las peculiaridades del personaje (negro, demócrata, joven y crítico de un sistema que hoy por hoy se desmorona por el eslabón más débil: la economía). Sorprende, porque uno cree –o quiere creer– que estas cosas ya no pasan. Pero lo cierto es que ni el racismo ha desaparecido del mundo, ni Estados Unidos es el país democrático y bien avenido con sus extravagantes mezclas de inmigración y etnias.
Cuando los demócratas aún se debatían entre elegir a una mujer o a un negro como su candidato (situación que puso a prueba el machismo aún imperante en EEUU y el racismo que ya no se habla en voz alta, pero que sigue formando parte de la naturaleza de los anglodescendientes) una persona puertorriqueña (y por lo tanto perteneciente a la gran minoría latina) me comentó que ella creía estar ideológicamente preparada para tener a una mujer como presidente, pero no a un negro.
La realidad sin embargo demostró que el machismo seguía siendo tan fuerte como el racismo, dos males que históricamente han sido combatidos con recursos muy similares, y de los cuales aún no hemos logrado redimirnos. No del todo, y no estoy segura que la cosa haya mejorado tanto. Hoy por hoy, criticamos y juzgamos cualquier manifestación expresa de machismo y racismo, pero callamos ante aquellas solapadas y bien disimuladas, y que creemos que por ser silenciosas no nos afectan. También el silencio, en un momento en que es necesario alzar la voz, puede ser una grave agresión.
Por eso esta noticia es importante. Y lo es porque saca a la luz el verdadero sentir de algunos –no sabemos aún cuántos– estadounidenses que no están aún listos para asumir la igualdad racial. Tómese en cuenta que un porcentaje importante de demócratas han decidido votar por el candidato republicano debido al color de la piel de Obama, y que según los analistas, si Obama fuera blanco y tuviera un apellido anglosajón, iría 7 puntos arriba en las encuestas.
De la lectura de la noticia, puede inferirse sin embargo, que aunque que no se trata de un verdadero complot a nivel nacional, ni de un grupo organizado como el KKK, por ejemplo, son muchachos (menores de edad) influenciados por su entorno y por lo que han “mamado” en su concepción del yo y del otro desde niños: Estados Unidos es un país de y para los blancos.
Las demás razas han sido recibidas históricamente, para desempeñar aquellas labores menores, pero nunca para ejercer el poder, menos el poder máximo, que es la presidencia de su país.
Se trata de dos muchachos (al menos eso es lo que hasta hoy se ha dicho) que ni siquiera creían tener posibilidades de llevar acabo su cometido, y que más parecía que estaban deseosos de enviar un mensaje balbuceante y sangriento, para comunicar lo que muchos buscan disimular: que la nación estadounidense no es –y está muy lejos de ser– una amalgama de razas y culturas, donde todas conviven en harmonía y donde cualquiera (un negro, una mujer, un chino o un artista de cine) es capaz de llegar a la cima. El sueño americano quizás no sea entonces para todos… y la candidatura de Obama aunque lo reafirma, a la vez lo desmiente.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ugh… siempre que me preguntan que qué creo al respecto de Estados Unidos respondo que aquí he visto de todo: lo mejor, lo peor, y todo lo que hay de por medio. En ese sentido, he visto el racismo en carne propia. Una vez, en una organización de desarrollo internacional traté de recomendar a una colombiana y a una argentina para una posición de capacitación en el tercer mundo. La respuesta que recibí fue: “esta es una posición de alto nivel” (¡!),como que si los latinos no fuéramos capaces de llevar a cabo responsabilidades más allá de los trabajos de limpieza y de lavaplatos en restaurantes. Me reuní con esa persona porque la desafié. Estaba emputada conmigo. Me preguntó que dónde se podían encontrar latinos de alto nivel (¡!), como si aquí mismo en Washington no existieran. No creo que logré mucho en lo inmediato. La persona a la que le dio el trabajo fue a una estadounidense blanca de todas formas. Por otra parte, algunas de las personas que más me han apoyado en mi desarrollo profesional, sin paja, han sido gringos. Es decir, se encuentran gringos racistas y aquellos que son todo lo contrario. Y hay muchos que se manejan en zonas grises. Cuando estaba en High School, un activista chicano me negó la participación en un programa para estudiantes en una universidad porque le dije que era salvadoreño y que yo no me consideraba chicano. Yo lo ignoré y me inserté en el programa de todas formas. Era uno de diez estudiantes con las calificaciones más altas en el colegio así es que no tenía sentido que me rechazaran y por otra parte era ilegal negarme un programa en base a mi nacionalidad. Pero, de nuevo, las personas que más nos acogieron y apoyaron cuando mi familia llegó sin nada a EU fue una familia mexicana y sus hijos chicanos en Los Angeles. El profesor que más me apoyó en Jr. High School fue un chicano a todo dar que me empujó a tomar las clases de álgebra que me abrieron paso a clases de matemáticas más avanzadas como el cálculo integral y diferencial. Las relaciones entra latinos y negros son complejas. Mucho tienen que ver con el hecho de que muchos latinos y negros viven en condiciones de pobreza y tienen que competir el uno contra el otro por las migas que les lanza el sistema. O sea que aquí se encuentra de todo. Es cierto que el sistema aún favorece al hombre blanco, pero es un sistema más flexible que, digamos, el de los países europeos. Los niveles de racismo estructural en la mayor parte de los países europeos que conozco, creo, que son más profundos. Y, ¡hay Diós mío!, el racismo que he presenciado en sectores de las élites blancas de América Latina es verdaderamente atroz.

Estas palabras solo son una aproximación simplista a un tema muy complejo, así es que perdona los vacíos. Yo también me “paniquié” cundo escuché las noticias sobre estos jóvenes extremistas. Espero que a la larga, si gana Obama, el país vaya desarrollando una visión más amplia aunque creo que mi visión de base no cambiará. Seguiré viviendo en un país en donde se ve lo mejor, lo peor, y todo lo que hay entre esos dos extremos.

Unknown dijo...

Te doy toda la razón en cuanto a que uno puede encontrar de todo. La lucha entre minorías es además, como bien vos decís, feroz. Para los afroamericanos no es gracia que los latinos les quiten puestos o que estén penetrando la sociedad.
Y lo cierto es que se trata de una sociedad blanca, para blancos americanos. Entonces, la candidatura de Obama es un remezón para toda esta concepción de la america democrática y casi utópica que hoy por hoy, pocos, con excepción de los blancos americanos, creen.
Leí además, fijate, que latinoamérica tiene muchas expectativas puestas en Obama, pero siendo realistas, nada hay que pueda indicarnos que Obama vaya a ayudar a LA. Más bien, por el contrario, lo lógico sería que él intente acoplarse a lo que esta sociedad blanca espera y que no busque realizar demasiados cambios, que podrían generar desconfianza y hasta paranoia.
Interesante además como vos, como salvadoreño, tuviste que abrirte paso a través de no sólo el racismo del americano, sino también del latino (chicano). Sólo ahi tendrías para escribir una tu novela!!!

Anónimo dijo...

Hola Vanessa. La Asociación de estudios latinoamericanos (LASA, por sus siglas en inglés), ha publicado esta carta que en una página simple y sencilla le plantea a Obama la política que debería seguir hacia América Latina. Estoy de acuerdo con todos los puntos, pero creo que a Obama se le hará difícil ponerlos en práctica. Sin embargo, de llegar a lograrlo los cambios que propiciaría en América Latina serían profundos. Arturo Arias, en calidad de ex-presidente de LASA, es uno de los firmantes. ¡Me llega ese chavo!

Aquí hay muchas ilusiones de que Obama cambiará mucho las cosas. Desde el punto de vista de la política obscurantista de los últimos ocho años, creo sí se darán cambios interesantes. Pero creo que los cambios se emarcarán en el paso de un gobierno neo-conservador dominado por sectores religiosos fundamentalistas a uno de centro o centro-derecha. Realmente no creo que Obama pueda pasar de ahí. La razón por la que él ha llegado a un paso de la presidencia es que es un candidato del sistema; en una posición opuesta al campo de Bush y McCain, pero innegablemente del sistema. Estamos lejos, pero muy lejos de convertirnos en la República Popular Socialista de los Estados Unidos de América :-)

Quisiera abordar otros de los temas que mencionás, pero mejor ahí le paro para no abusar de la confianza.

De nuevo, un cordial saludo, y gracias por haber planteado este interesante tema.

Unknown dijo...

Gracias Carlos por darme el link de la carta, ya la leeré.
Arturo Arias es muy activo, ya se ve, anda metido en muchas cosas.
Y opino igual que vos, no hay que hacerse muchas esperanzas, pero creo que nosotros los hispanos, jamás vamos a dejar de ilusionarnos con los cambios en EEUU... porque dependemos muchísimo de ellos. Y es que nuesta historia en el mundo occidental siempre ha sido la de querer vivir a la sombra de algún imperio, y siempre nos ha ido mal. Y ahora, vemos a Obama, que pertenece a una minoría, y creemos, no sé porqué, que él empatizará con nosotros. Pero no, no lo creo realmente. El tiene el compromiso de demostrar que es más blanco que cualquiera. Gracias y saludos.

pd: y cualquier cosa que querrás comentar bienvenido!!! porque tus opiniones me informan mucho. un abrazo

Anónimo dijo...

Esta por verse que USA vaya a tener un presidente negro. Aunque las encuestan dicen que asi sera, sta por verse aun. YO

Unknown dijo...

Y ya ha ocurrido, de hecho. Vamos a ver qué pasa, aunque yo creo que es casi un hecho. Vamos a ver si no nos llevamos alguna sorpresa.