20 jun 2007

Utopías literarias vrs. las hojas en blanco

Posted by PicasaHoy asistí en Sophos a un evento donde Javier Payeras y Alan Mills (poetas guatemaltecos) leyeron parte de su obra y comentaron un poco acerca de sus motivaciones literarias.
Javier dijo algo interesante: “Sólo se habla del amor cuando no se le tiene”. Y yo lo aplicaría también a otros temas. Nadie habla de la salud cuando se está saludable. Nadie habla de dinero cuando lo tiene. Nadie habla de la paz cuando está tranquilo. Etc., etc., etc.
Pero entonces, en un mundo donde nadie desea nada, como es el que nos ha tocado vivir actualmente, un mundo posmoderno donde todo es relativo, y todo puede ser depende desde el punto de vista de dónde se mire: ¿Qué deseamos?¿Sobre qué hablamos?
Planteé justamente la pregunta sobre la falta de utopías actuales, sobre la falta de horizontes para una generación que lleva a cuestas una ascendencia revolucionaria, hija del conflicto armado y las manifestaciones de sinceras de calle. ¿En qué entonces creemos nosotros?
Aplicando la pregunta a la literatura: Si uno escribe para decir algo, porque quiere hacer llegar un mensaje, ¿sobre qué habrá de escribir nuestra generación?
Javier planteaba el mundo del absurdo en el cual vivimos inmersos, un mundo donde las cosas no son lo que debería ser, y peor aún, donde las aceptamos como lógicas. Por costumbre, por indiferencia, etc. Un mundo donde aparecen partes de cuerpos descuartizados en una caja y ya nadie se extraña. Donde los crímenes ocurren sin que la gente se inmute. Donde se abre un agujero del tamaño de un edificio en plena ciudad capital y hasta la fecha ninguna autoridad ha sabido decir a qué se debe, ni cómo ha de remediarse.
Allan por su parte habló de la necesidad de interiorizar y la no necesidad del uso de utopías como motor de la producción artística. Bastará mirarse en un espejo y descubrir los complejos de cada cual para tener un tema artístico sobre el cual trabajar.
Se trata de descubrir (y el término me encantó) el universo sensible que cada uno lleva dentro.
Y a mí me pareció que ambas posiciones eran válidas y complementarias: mediante el descubrimiento del microcosmos interior, un autor puede lograr la total comprensión del macrocosmos externo. Una cosa no excluye a la otra, sino que la potencia.
Y entonces, ¿sobre qué ha de escribir un autor en la actualidad? Ya lo decía Whitman en su “Canto a mí mismo”: “Todo cuanto señalo como mío tú lo equilibrarás con lo tuyo, de lo contrario sería tiempo perdido escucharme”, o en otras palabras: cada autor deberá escribir sobre aquello que mejor conoce. Gracias C.

1 comentario:

Denise Phé-Funchal dijo...

y bueno, creo que en cada época se ha escrito sobre lo que las personas y las sociedades son en ese momento, igual creo que todos los escritores se habrán preguntado - luego de ver hacia atrás a los grandes- y ahora qué putas escribo??? porque al final de cuentas cada época tiene sus utopías más o menos grandes, más o menos generales, no creo que esta época no tenga utopías, creo que el consumo y la globalización alejan a la clase media de las utopías y te llenan de cosas nuevas y relucientes, pero claro que hay utopías gestándose!!! sólo que uno no está tan cerca de ellas en la práctica cotidiana, sino en pensamientos personales como lo pisado que es que tío sam sea el guardián y director del mundo, o cómo la utopía de darle marcha atrás al comercio y a la transnacionalización!!!
Al final de cuentas creo que la clave está, en parte, en lo que dicen Payeras y Mills, en introspeccionar y observar, pero creo que más importante aún, es tener el valor de - luego de esos ejercicios de intro y observación- no escribir conforme a una moda o a una tendencia, sino conforme a lo que se siente respecto al mundo, los otros y uno mismo, dejando que el mundo hable a través de uno y hablando uno a través del mundo... al final de cuentas es la pasión y el valor de ser sincero, aunque enmascarado, como buen zorro. Lástima que no pude asisitir, a la próxima i hope.