Tengo otro blog, el de las fotos, y lo pueden ver aquí: http://www.enuniniciotodoera.blogspot.com/. Con él, les soy sincera, soy más feliz que con éste. Sí, porque en él puedo mostrar las cosas tal y como quiero que las personas las vean. Con el lenguaje a veces se hace tan difícil decir lo que uno quiere, con las fotografías en cambio, si bien no logran transmitir todas las sensaciones, sí le dejan a uno el sentimiento de haber podido entregar al menos una parte.
Hay fotos que me han costado mucho: abandonos, ensuciadas, casi atropelladas y algo de reputación: la gente cree que fotografiar ciertas cosas no vale la pena… pero yo estoy convencida que son las que más transmiten. Porque esas cosas que nadie ve, de pronto ante un lente se vuelven fantásticas: se vuelven el universo. ¿Qué más hay aparte del mundo que muestra una fotografía? La nada. El que no salió en la foto, aún habiendo estado ahí, es como si no hubiera estado.
Una foto es un recuadro dentro del cual se detiene la vida y se vive ese instante eternamente (quizás sea por eso que la gente se esmera por salir lo mejor posible en la foto).
La sensación de haber captado una imagen que nunca volverá a repetirse, es indescriptible. Es como crear “la frase”.
Hay una foto que me decidió a lanzarme por esta locura, se llama precisamente: “Una foto”. Aparece un niñito, con sus zapatos gastados y su camisa sucia. Se me acercó en la iglesia de Chichicastenango y me dijo: “Una foto, una foto”. Dude un momento, porque pensé que quería cobrarme o quién sabe qué. Se han oído tantas historias. Vi a una familia sentada cerca y le pregunté si le podía tomar la foto. El niñito me miraba con cara expectante. El hombre me respondió que no era su hijo. Entonces, miré a mi alrededor y comprobé que no había nadie. Le tomé la foto, casi de prisa, casi para salir del compromiso y porque quería llevarme el recuerdo. Le mostré la foto al niñito en la pantalla de la cámara y no sonrió, ni dijo nada. Así, con los ojos silenciosos se marchó. El de verdad sólo quería una foto. Ahora, para mí, es una delicia verla.
Gracias a este niñito logré vencer el miedo a apuntar la cámara. Ahí desperté al placer de captar pequeños trozos de vida.
Hay fotos que me han costado mucho: abandonos, ensuciadas, casi atropelladas y algo de reputación: la gente cree que fotografiar ciertas cosas no vale la pena… pero yo estoy convencida que son las que más transmiten. Porque esas cosas que nadie ve, de pronto ante un lente se vuelven fantásticas: se vuelven el universo. ¿Qué más hay aparte del mundo que muestra una fotografía? La nada. El que no salió en la foto, aún habiendo estado ahí, es como si no hubiera estado.
Una foto es un recuadro dentro del cual se detiene la vida y se vive ese instante eternamente (quizás sea por eso que la gente se esmera por salir lo mejor posible en la foto).
La sensación de haber captado una imagen que nunca volverá a repetirse, es indescriptible. Es como crear “la frase”.
Hay una foto que me decidió a lanzarme por esta locura, se llama precisamente: “Una foto”. Aparece un niñito, con sus zapatos gastados y su camisa sucia. Se me acercó en la iglesia de Chichicastenango y me dijo: “Una foto, una foto”. Dude un momento, porque pensé que quería cobrarme o quién sabe qué. Se han oído tantas historias. Vi a una familia sentada cerca y le pregunté si le podía tomar la foto. El niñito me miraba con cara expectante. El hombre me respondió que no era su hijo. Entonces, miré a mi alrededor y comprobé que no había nadie. Le tomé la foto, casi de prisa, casi para salir del compromiso y porque quería llevarme el recuerdo. Le mostré la foto al niñito en la pantalla de la cámara y no sonrió, ni dijo nada. Así, con los ojos silenciosos se marchó. El de verdad sólo quería una foto. Ahora, para mí, es una delicia verla.
Gracias a este niñito logré vencer el miedo a apuntar la cámara. Ahí desperté al placer de captar pequeños trozos de vida.
11 comentarios:
A mi me encanta esa bitacora...me gusta la fotografía!
Yeps, concuerdo con Ixquic*, tenés muy buenas fotos, el ojo fotográfico ;)
Hola Ixquiq y Denise. Y ustedes también están "hechizadas" con la fotografía. A caso eso no les ha cambiado la perspectiva del mundo? Como dice Cortázar en las Babas del Diablo: a todo niño debería regalarle una cámara fotográfica.
Ahhh Denise, y qué rico es volverte a ver por estos submundos. No cabe duda que "el trabajo lo hizo Dios como castigo". Saludos.
pues a mí me encanta la fotografía, eso de captar un instante en una imagen que habla por sí misma....ahhhhah(suspiro)....pena mi cámara está lesionada :(
Saludos!!!!
ahhh que mala onda lo de tu cámara... pero bueno, lo que importa es coservar las ganas, ya un día volverás al ataque!!
Si vos, la verdad es que qué rico tener un poco de tiempo libre.
Ya me hiciste recordar la foto del niño. Creo que fue mi primer comentario en una de tus bitácoras.
saludos
Tomas excelentes fotografìas, felicidades.
A mì tambièn me encanta la fotografìa, pero debo confesarte que no soy muy buena en ello.
Sin embargo hoy me compre una càmara y a ver que pasa, talvez aprenda..
Saludos para ti y un abrazo para tus bebès las dos son preciosas.
Hola Aldebarán. Es cierto... ese fue tu 1er comentario... y creo que tambíen en esa ocasión conté la historia, no? Gracias por visitarme siempre.
Hola Nancy. La verdad que esto de la fotografía es cosa de práctica. Media vez uno tenga el deseo de capturar la idea, la luz, las sombras y los colores juegana tu favor. Suerte con tu nueva cámara.
Pues a mi me gustan mucho los tres blogs que tienes. A veces se me hace como si te conociera desde hace uhhh... añales. Quizá porque hallo parecido tu modo de pensar con e de algún conocido
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