No cabe duda que la muerte es un tema escabroso. ¿Pero porqué si es algo absolutamente natural? Más natural que la vida.
Según plantea Octavio Paz en su “Laberinto de la Soledad”, todos buscamos compañía porque de esta forma nos sentimos amados. Y al sentirlo, paleamos un poco el sentimiento de soledad que nos recuerda a la muerte. No es que la soledad sea igual a la muerte, sino que es durante la soledad en que la conciencia de morir se incrementa. Es un resumen de lo que yo entendí y además muy breve, que quizás no sea exacto, pero fue la idea que me impactó.
Denise, que de fijo tiene un “travex” bien propio con la muerte, colocó en su blog La Maleta, dos links de fotografías mortuorias; post mortem, para ser más exactos. Porque también existe la pre-mortem que es fotografiar a la persona que está muriendo en su lecho de muerte. Así, tal cual, despidiéndose del mundo, mirando a la cámara con cara de agonía (literalmente). Estos son los links y ahí pueden darse gusto viendo muertos bonitos: http://thanatos.net/galleries/categories.php?cat_id=1 y http://www.paulfrecker.com/home.cfm?pagetype=library
Me impactó particularmente la foto de una familia: mamá, papá e hijito (de unos 6 años) montado en un caballito de juguete. Todos miran a la cámara, incluso el niño que está muerto, apoyado su cuerpo en el padre y se lo sostiene con finas cuerdas para disimularlo y lograr la postura. Además le han pintado inmensos ojos para que parezcan abiertos y no… muertos. Parece que era usanza de la época.
¿Qué podía inducir a estas familias a tomar semejantes fotografías? Es un misterio para mí. Sólo tengo algunas conjeturas: el deseo de guardar un último recuerdo, como una forma de preservar la memoria del difunto, el carecer de una fotografía del mismo y ni modo, más valía tomarla tarde que nunca, o simplemente la perversa curiosidad que despierta la muerte.
Lo cierto es que es parte de nuestras vidas, y así como hablamos de la primera vez que fuimos a tal parte, que nos casamos, que conocimos a fulano… pienso que sería más natural hablar de algo que de plano va a ocurrir. Y sin embargo, da miedo, ¿no?
Denise, que de fijo tiene un “travex” bien propio con la muerte, colocó en su blog La Maleta, dos links de fotografías mortuorias; post mortem, para ser más exactos. Porque también existe la pre-mortem que es fotografiar a la persona que está muriendo en su lecho de muerte. Así, tal cual, despidiéndose del mundo, mirando a la cámara con cara de agonía (literalmente). Estos son los links y ahí pueden darse gusto viendo muertos bonitos: http://thanatos.net/galleries/categories.php?cat_id=1 y http://www.paulfrecker.com/home.cfm?pagetype=library
Me impactó particularmente la foto de una familia: mamá, papá e hijito (de unos 6 años) montado en un caballito de juguete. Todos miran a la cámara, incluso el niño que está muerto, apoyado su cuerpo en el padre y se lo sostiene con finas cuerdas para disimularlo y lograr la postura. Además le han pintado inmensos ojos para que parezcan abiertos y no… muertos. Parece que era usanza de la época.
¿Qué podía inducir a estas familias a tomar semejantes fotografías? Es un misterio para mí. Sólo tengo algunas conjeturas: el deseo de guardar un último recuerdo, como una forma de preservar la memoria del difunto, el carecer de una fotografía del mismo y ni modo, más valía tomarla tarde que nunca, o simplemente la perversa curiosidad que despierta la muerte.
Lo cierto es que es parte de nuestras vidas, y así como hablamos de la primera vez que fuimos a tal parte, que nos casamos, que conocimos a fulano… pienso que sería más natural hablar de algo que de plano va a ocurrir. Y sin embargo, da miedo, ¿no?
5 comentarios:
Vi las fotos y esta muy interesante. Solo me recordo a la pelicula "the others"..me gustaron mucho las fotos..
Pues es que ese el único referente que uno tiene de fotografía mortuoria... y ahí te lo ponen como la cosa más extraña, y ya viste que no lo era tanto. Pero el mérito de haber encontrados esos links no es mío, sino de Denise que se dedica a desenterrar muertos en la red. Saludos y muy interesantes tus historias canadienses!
Ahhh la verdad creo que el miedo a la muerte con el que nosotros crecimos, tiene su origen en la celebración de la vida que supuso el siglo XX, antes, según lo que he podido leer, la muerte era parte de la vida, era vista de una manera más natural, luego con los avances de la medicina y la capacidad de "vencer" más a la muerte, entró el pánico por morir... el acercamiento era más íntimo, mucho más vivo, digamos, ahora se nos protege de todo, la vida pareciera no tener fin... y nos da miedo la muerte, sin darnos cuenta que es parte natural de la vida, que es la puerta de salida de esto, y de entrada a un mundo, un espacio, una dimensión de energía.... sin importar que hay después.
En la muerte hay algo de mito de romántico. El hecho de que cada quien se forma su idea de la muerte. Por ejemplo, alguien tienen miedo a la muerte porque tiene miedo a sufrir (a que le duela). Otra porque considera que no ha concluido su tiempo en esta vida o le faltan cosas po hacer.Otra porque no sabe qué hay del otro lado. hay quienes tienen miedo a la "condena", a la soledad.
Creo que en algún libro de Rafa mencionan que la unica forma de darse cuenta de qué hay después de la muerte es estar muerto y de ahí no hay regeso y basta una vez. No sé, es algo que está ahí, y ni modo debermos afrontarlo y tratar de vivir lo mejor posible.
Pues bien, yo le temo a la muerte porque me encanta la vida. Tanto así que me creo la mentirota de que soy eterno. Andando en eso de la eternidad me topé con estas ideas sobre como vivir más de cien años y en excelentes condiciones de salud física y mental. No pude resistir la tentación y por eso escribí el artículo. A ver qué piensan...
Un saludo, Vanessa.
Publicar un comentario