9 nov 2006

Leni Riefenstahl

Posted by Picasa Y por fin ayer pude ver “Triumph des Willens” de Riefenstahl (1935), gracias a que mi amiga Margarita, quien a su vez tiene una amiga que es fanática del buen cine, me la consiguió. Dura 114 minutos en pantalla, pero ahí se resume mucho de la historia de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Se trata de un documental, en blanco y negro, solicitado por Hitler en persona a la directora de cine Leni Riefenstahl.
Estaba a punto de celebrarse la 1ª convención del NSDAP en Nürenberg y Hitler estaba deseoso por obtener material de propaganda que lo ayudara en su campaña expansionista. Riefenstahl le manifestó que ella no tenía experiencia alguna en política, a lo que “el Führer” contestó que era justo lo que buscaba. Hitler quería un ojo inocente, que viera lo mismo que el pueblo hubiera visto de haber estado presente: la majestuosidad y la aceptación de que gozaba su régimen por aquel entonces.
El documental —hoy estudiado en las escuelas de cine como una obra maestra y reconocido como el más extraordinario ejemplo de propaganda política en toda la historia del cine— muestra rostros de niños arios, de cabellos dorados y ojos azules, expectantes y sonrientes ante la llegada de Hitler. Hitler acariciando las cabezas de niños sostenidos por sus rozagantes madres alemanas, pronunciando discursos ridículamente exaltados y siendo aplaudido cada dos o tres frases de discurso inflamado de orgullo patrio. “Deutschland” se escucha no menos de treinta veces en un mismo discurso y la frase “Heil Hitler” es dicha en decenas de ocasiones acompañada del ya clásico gesto.
El documental ha sido descrito como una película hecha por nazis, para nazis y sobre nazis. Y es una descripción bastante exacta. Abarca cuatro días de desfiles militares (de alineaciones tan perfectas que han sido utilizadas para ilustrar películas como El Señor de los Anillos y la Guerra de las Galaxias), despliegue de armas, vítores del pueblo, discursos de la dirigencia del partido, pero sobre todo una época en que los ciudadanos creían en los líderes carismáticos. Las mentes humanas podían ser entonces moldeables a cabalidad. Pero los mismos hombres encargados de poner a todo un pueblo a dormir, lo hicieron despertar en medio de una pesadilla.
Riefenstahl fue juzgada por el mismo tribunal que condenara al final de la Segunda Guerra Mundial a morir ahorcados a la alta dirigencia nazi, y que paradójicamente fue también establecido en Nürenberg. Se le acusó de haber ayudado al régimen a promover su campaña antisemita y belicosa. Se le imputó haber colaborado en la creación de uno de los mitos políticos más poderosos de toda la historia moderna, pero sobre todo, de haber puesto el arte al servicio de fines inmorales. ¿Pero quién dijo que el arte y la moral se mezclan? Por su parte, ella declaró haber realizado sus películas a cambio de una remuneración económica y no haber pertenecido jamás al partido nazi. Finalmente fue absuelta y luego de una productiva vida artística, murió en el 2003 a los 101 años.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

De ella me han prestado dos filmes: Der Weisse Rausch y Olympia. Todavía tengo pendiente veras, por que entenderlas, pues ´tá difícil.

Unknown dijo...

Ay, yo quiero ver Olympia, que dicen que es buena. Pues sí es que esa es la cosa, que hay que leerse un poco de la historia para captar el mensaje implícito.

Anónimo dijo...

¿Mensaje implicito? No me refería a cosas tan profundas. Yo me quedé en la orilla refiriéndome al idioma alemán. Es que con eso de las ignorancias enciclopédicas.

;-D

saludos

Unknown dijo...

Ah! Lo que pasa es que no es realmente importante lo que se dice en los discursos. Verás tú que en uno Hitler defiende a las SS por la revuelta de los Cuchillos Largos y plantea sus propuestas de mejoras raciales. Lo del mensaje implícito me refería a que la película fue usada para demostrar al pueblo la aceptación de Hitler y su partido.
Me contó la Denise que te vio ahora que estuvo en El Salvador. Ojalá yo pueda ir también y nos pegamos la platicada. Saludos,

Anónimo dijo...

Si, nos vimos un rato, aunque no hubo mucho espacio para platicar, pero sí para pasarla divertido. Igual, tenerlos a ustedes de visita es motivo de fiesta.
¿Por qué todas las cosas buenas se juntan en un mismo fin de semana? ¡Deberían de poder tomarse en dosis!

Unknown dijo...

Ah es así. Todo lo bueno pasa de un solo y no da tiempo de disfrutarlo. Como en las navidades de antes: uno no alcanzaba a comer tanto pues...

blah dijo...

que envidia que pudiste ver este film!

Unknown dijo...

Hola Claudia. Gracias por la visita. Son de esas joyitas que le caen a uno en las manos por casualidad. Ya ando tras de otras, a ver si las logro. Saludos,

Anónimo dijo...

La propaganda Nazi: me sorprende la fascinación que mucha gente tiene con los nazis...especialmente en Argentina, donde les dieron refugio, a pesar que Argentina tienen una gran población judía también. Para mí, el arte sí implica una moral. El arte no está completamente fuera de lo moral, aunque muchos artistas quisiera que así fuera. Claramente las películas nazis son un excelente ejemplo de propaganda aunque hayan tenido / desarrollado técnicas cinematográficas brillantes. Pero el fin de ese arte era promover la idea de una Alemania mitológica, perfecta, que tenía Hitler. Por eso es que las canciones de guerra no hablan de la guerra. Uno no puede divorciar el propósito de esos filmes de su técnica brillante. Ahora, Leni R. estaba entre la espada y la pared. Cómo le iba a decir que no a Hitler? La hubiera mandado a matar. Y no se sabe si ella realmente estaba encontra de Hitler o a favor de Hitler (por lo menos yo no lo sé) Pueda ser que hubiera querido ser apolítica, pero la situación de guerra y de control nazi hizo eso imposible. Pero yo no tengo duda de que ella sabía que sus películas eran propaganda, se usaban como propaganda, y que transmitían un mensaje nazi. Ninguna persona con dos dedos de frente lo hubiera podido ignorar. La verdad es que yo a los nazis no les tengo ni una gota de simpatía - pues estoy consciente que yo, siendo mestiza, de piel canela, ojos cafés y pelo de colochos negros, me hubiera encontrado en un dos por tres en uno de esos trenes rumbo a Auschwitz, o Bergen-Belsen, o Dachau. Hitler no sólo mandó a matar a los judíos - también mataba a todo el que consideraba como una "infección" dentro de la sociedad - a los gitanos, a los homosexuales, a los católicos, a las personas de herencia judía que ya se habían convertido en cristianos, a cualquier persona que se le opusiera.
El arte nazi tendrá sus logros, pero al fin y al cabo, estaba hecho con un fin político, como el realismo socialista en Rusia y entre los marxistas. No se debe olvidar uno de eso.

Anónimo dijo...

La propaganda Nazi: me sorprende la fascinación que mucha gente tiene con los nazis...especialmente en Argentina, donde les dieron refugio, a pesar que Argentina tienen una gran población judía también. Para mí, el arte sí implica una moral. El arte no está completamente fuera de lo moral, aunque muchos artistas quisiera que así fuera. Claramente las películas nazis son un excelente ejemplo de propaganda aunque hayan tenido / desarrollado técnicas cinematográficas brillantes. Pero el fin de ese arte era promover la idea de una Alemania mitológica, perfecta, que tenía Hitler. Por eso es que las canciones de guerra no hablan de la guerra. Uno no puede divorciar el propósito de esos filmes de su técnica brillante. Ahora, Leni R. estaba entre la espada y la pared. Cómo le iba a decir que no a Hitler? La hubiera mandado a matar. Y no se sabe si ella realmente estaba encontra de Hitler o a favor de Hitler (por lo menos yo no lo sé) Pueda ser que hubiera querido ser apolítica, pero la situación de guerra y de control nazi hizo eso imposible. Pero yo no tengo duda de que ella sabía que sus películas eran propaganda, se usaban como propaganda, y que transmitían un mensaje nazi. Ninguna persona con dos dedos de frente lo hubiera podido ignorar. La verdad es que yo a los nazis no les tengo ni una gota de simpatía - pues estoy consciente que yo, siendo mestiza, de piel canela, ojos cafés y pelo de colochos negros, me hubiera encontrado en un dos por tres en uno de esos trenes rumbo a Auschwitz, o Bergen-Belsen, o Dachau. Hitler no sólo mandó a matar a los judíos - también mataba a todo el que consideraba como una "infección" dentro de la sociedad - a los gitanos, a los homosexuales, a los católicos, a las personas de herencia judía que ya se habían convertido en cristianos, a cualquier persona que se le opusiera.
El arte nazi tendrá sus logros, pero al fin y al cabo, estaba hecho con un fin político, como el realismo socialista en Rusia y entre los marxistas. No se debe olvidar uno de eso.

Una cosa es rebeldía contra lo que uno cree que son las normas de la sociedad en que vive. Otra cosa es ignorar o querer hacer a un lado el verdadero mensaje de ese arte propagandístico, que ayudó a convencer a pueblos enteros que estaba bien cometer el genocidio.

La idea de que hay una raza pura, superior a las demás, y que la gente rubia, alta y blanca es de alguna manera supuestamente más guapa, más inteligente, más educada, más correcta, etc. es uno de los legados más difíciles de borrar. Y no sólo los nazis pensaban así claro. Y todavía hay gente que piensa así, nazis y no nazis.

Y todavía hay nazis. Los hay aquí, en Estados Unidos, y los hay en Europa. Y quién sabe si en América Latina. Y si me encontraran a mí en la calle, estoy segura que me escupirían, como lo harían con cualquier persona que claramente es de una raza mixta o de un grupo que ellos consideran inferior. Y ahí en ese grupo entramos el 97% de los salvadoreños, pues nuestro país es un país mestizo, con una población que tiene herencia indígena, africana, china, árabe, y española / europea. Yo encuentro fuerza en este mestizaje, mi mestizaje. Pero demasiada gente en El Salvador se apena o se sienten menos que otro por su mestizaje, y siguen pensando que ser blanco es mejor, ser rubio es mejor, etc.

Anónimo dijo...

La propaganda Nazi: me sorprende la fascinación que mucha gente tiene con los nazis...especialmente en Argentina, donde les dieron refugio, a pesar que Argentina tienen una gran población judía también. Para mí, el arte sí implica una moral. El arte no está completamente fuera de lo moral, aunque muchos artistas quisiera que así fuera. Claramente las películas nazis son un excelente ejemplo de propaganda aunque hayan tenido / desarrollado técnicas cinematográficas brillantes. Pero el fin de ese arte era promover la idea de una Alemania mitológica, perfecta, que tenía Hitler. Por eso es que las canciones de guerra no hablan de la guerra. Uno no puede divorciar el propósito de esos filmes de su técnica brillante. Ahora, Leni R. estaba entre la espada y la pared. Cómo le iba a decir que no a Hitler? La hubiera mandado a matar. Y no se sabe si ella realmente estaba encontra de Hitler o a favor de Hitler (por lo menos yo no lo sé) Pueda ser que hubiera querido ser apolítica, pero la situación de guerra y de control nazi hizo eso imposible. Pero yo no tengo duda de que ella sabía que sus películas eran propaganda, se usaban como propaganda, y que transmitían un mensaje nazi. Ninguna persona con dos dedos de frente lo hubiera podido ignorar. La verdad es que yo a los nazis no les tengo ni una gota de simpatía - pues estoy consciente que yo, siendo mestiza, de piel canela, ojos cafés y pelo de colochos negros, me hubiera encontrado en un dos por tres en uno de esos trenes rumbo a Auschwitz, o Bergen-Belsen, o Dachau. Hitler no sólo mandó a matar a los judíos - también mataba a todo el que consideraba como una "infección" dentro de la sociedad - a los gitanos, a los homosexuales, a los católicos, a las personas de herencia judía que ya se habían convertido en cristianos, a cualquier persona que se le opusiera.
El arte nazi tendrá sus logros, pero al fin y al cabo, estaba hecho con un fin político, como el realismo socialista en Rusia y entre los marxistas. No se debe olvidar uno de eso.

Una cosa es rebeldía contra lo que uno cree que son las normas de la sociedad en que vive. Otra cosa es ignorar o querer hacer a un lado el verdadero mensaje de ese arte propagandístico, que ayudó a convencer a pueblos enteros que estaba bien cometer el genocidio.

La idea de que hay una raza pura, superior a las demás, y que la gente rubia, alta y blanca es de alguna manera supuestamente más guapa, más inteligente, más educada, más correcta, etc. es uno de los legados más difíciles de borrar. Y no sólo los nazis pensaban así claro. Y todavía hay gente que piensa así, nazis y no nazis.

Y todavía hay nazis. Los hay aquí, en Estados Unidos, y los hay en Europa. Y quién sabe si en América Latina. Y si me encontraran a mí en la calle, estoy segura que me escupirían, como lo harían con cualquier persona que claramente es de una raza mixta o de un grupo que ellos consideran inferior. Y ahí en ese grupo entramos el 97% de los salvadoreños, pues nuestro país es un país mestizo, con una población que tiene herencia indígena, africana, china, árabe, y española / europea. Yo encuentro fuerza en este mestizaje, mi mestizaje. Pero demasiada gente en El Salvador se apena o se sienten menos que otro por su mestizaje, y siguen pensando que ser blanco es mejor, ser rubio es mejor, etc.

En eso somos muy diferentes a Guatemala. Yo encuentro que Guatemala es un país tremendamente dividido, entre lo indígena y lo europeo. Hay mestizaje, claro que lo hay, pero comparado con El Salvador, es mucho menos. Creo que a veces los salvadoreños confundimos a los guatemaltecos - no saben cómo clasificarnos - somos demasiados morenos para pasar por europeos, y tenemos demasiados rasgos españoles para pasar por indígenas....somos únicos, somos una mezcla.
También me sucedió en Argentina. La situación es similar en Chile.

Unknown dijo...

Ciertamente el racismo es absurdo, pero nadie pensaba así en 1930. los norteamericanos terminaron de modificar leyes racistas en los 60 los judios de hoy, en israel tienen leyes que prohiben el matrimonio entre mujeres judias y gentiles. Por otra parte se ha comprobado que muchas matanzas de judios no fueron efectuadas por los nazis, sino por los rusos e incluso por los polacos. David Irving, historiador Ingles, profundamente antinazi, se encuentra preso en Austria porque sostuvo en una conferencia que el mentado Holocausto no había sido tal. La Riefenstahl, fue perseguida toda su vida, le confiscaron Bienes, le robaron sus películas, la metieron a un manicomio, la acusaron de ser amante de hitler, de matar gitanos y todas las veces que los triunfadores de la guerra (que por lo demás fueron los primeros en bombardear población civil y responsables de hiroshima y nagasaki)la enjuiciaron, nunca encontraron ningún testimonio y ninguna prueba de que hubiese sido culpable de algo, por ello terminó siendo absuelta. Será tal vez que la riefenstahl se negó a arrepentirse de haber adherido al regimen nazi, que la persecución le duró por siempre, cosa similar le sucedio al poeta norteamericano Ezra Pound. Sin embargo ningun artista comunista ha sufrido tan vil persecución, ni Neruda, ni Saramago, ni Picasso, pese a haber declarado su adhesión a Stalin. Hoy la censura de la Democracia ha tergiversado una verdad historica que sólo algunos se atreven a Publcar so pena de la persecución, el encierro, el descredito y la confiscación de sus bienes. Zundel, Bochaca, Borrego, Riefenstahl, Irving, Pound, son sólo algunos artistas e intelectuales condenados al ostracismo por no compartir la verdad oficial, afortunadamente sus obras hoy se pueden encontrar en internet y pueden servir para entender que la historia la escriben los vencedores. Aquellos que una vez terminada la segunda guerra, exterminaron a siete millones de civiles alemanes, mientras les dividian su patria y sus familias.

Unknown dijo...

Hola Sergio. Ciertamente la historia la escriben los triunfadores, y obviamente no incluyen sus pecados. La doctrina nazi ha sido satanizada, pero ciertamente debió ser muy sólida. Valdría la pena una revisitación a la misma y poderla entender, hoy en un mundo que se asusta por el holocausto judío, más no por las masacres de indígenas, opositores, limpiezas sociales, etc. Saludos y gracias por tu visita.